A continuación, presentamos la siguiente primicia para Vértice, Letras de Grupo Pirámide: tres poemas de «Alguien hunde mi cabeza», obra con la cual el poeta cancunense, David Anuar, mereció recientemente el XXXVIII Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos 2020 del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA).
La salubridad de los seguros
entre bits y tomas eléctricas
teclean los huesos de sus clientes
capturan mitocondrias
juegan a la deriva de las pólizas
mandan correos
todo está bien
dicen
la operación será cubierta
las minúsculas dicen
imprimen formol y ácido ribonucleico
hurgan entre apostillas
la negación de vértebras
y jugos gástricos
no aplica dicen ahora
tienden la mano y los papeles
entre rúbricas y matasellos
dicen:
estimada señora
su vida será deducible
Mi madre tiene los clavos más hermoso del mundo
los he visto azules en las radiografías
como espíritus que han decidido
aparecer entre sus vértebras
quisiera saber la tibieza de su metal fantasma
acariciar con mis dedos la columna
y recuperar mi fe
en los rayos X y los médicos
en la espectrografía
los clavos ya son parte de su alma
la sostienen
la fijan a su sitio
le devuelven el equilibrio
entre lo óseo
la carne
y mis nervios
Círculo secretarial del infierno
EN EL PISO 52
todo es luz
en los ventanales
la sombra se revela
cuerpo completo
arrojado cristal
entre mis manos
la madera escrita
presiente al monstruo
la bestia
y sus racimos
vibran
de geometrías luminosas
el golpe de esta sinfonía
se resquebraja en triángulos
cuyas esquinas inflaman
los cubículos confines
en que galopa esta oficina
una y otra vez se desbaratan
las formas
vuelven al mar primigenio
las sillas giratorias
los archiveros
los libros contables
las tomas eléctricas
las clavículas
de mis compañeros
y también sus cráneos
todo vuelve y precipita
su materia
en el oleaje
de la bestia
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Estimado David, tu poesía es muy actual. Me gusta. Encontré sin embargo en la última línea del primer poema del fragmento, un “el”, ausente. Por el lenguaje comercial debe ser: “su vida será el deducible”, aun cuando estés haciendo poesía, pues se pierde el sentido de la frase al decir “su vida será deducible”. El lenguaje comercial no deduce nada a nadie; y al decirlo así, pierde toda realidad. La poesía, a mi manera de ver, debe decir la verdad, no confundir. Te mando un fuerte abrazo.